Buscando América en Perú

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A mis queridos compatriotas:

Durante el ejercicio de una democracia débil, dentro de un país disperso con un Gobierno insensible y con un público que se asusta por los asomos de un terrorismo que ve por las noticias. Así se dispone el Perú a recibir a Rubén Blades, el gran maestro de la salsa, el trovador de multitudes barriales que llega al Perú con su tour “Todos Vuelven”. El rótulo made in Peru le pone sentimiento nacional a un concierto que se celebrará en el mes de la Canción Criolla. Sin embargo, eso no es lo más importante de la gira de Blades. Para la ocasión, que es única y sin precedentes, el ex ministro de turismo panameño ha juntado a unos viejos amigos, un grupo de salseros curtidos a los que bautizó hace muchos años como Seis del Solar. Con ellos ha empezado a dar vueltas por tierras latinoamericanas cantando mensajes de libertad, de paz y conciencia cívica.

Las promesas para la ocasión son muchas y casi todas basadas en el histórico álbum Siembra. Rubén Blades luce aún joven de voz, sereno en la interpretación y sofisticado en la propuesta visual sobre el escenario. Nadie siente que unos abuelos de un club geriátrico están tocando. Todo lo contrario. Los Seis del Solar están completamente revitalizados y no escatiman esfuerzo físico alguno para interpretar los temas de siempre que suenan a nuevos. Suenan también a los mismos gritos del ayer, cuando Blades exhortaba al pueblo americano a responder a un llamado de unión e identidad.

Hoy, como lo hubiese hecho Bolívar, Rubén Blades cabalga escenario tras escenario con gritos de libertad, con cánticos de la mejor salsa que se haya podido urdir, con letras basadas en historias de esquina y con las ganas de renovar su pacto con un público que ha estado sediento de su mensaje por más de un quinquenio

Este 10 de octubre Rubén Blades cantará para los adentros de un pueblo que olvida, que tropieza con la misma piedra, que canta sin cesar problemas de nunca acabar.

A ver si el Perú de América, al que le cantará el genial Ruben, se reivindica con su patria y entiende el mensaje, lo procesa y lo practica.

Vuelve la salsa

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Gran Rubén,

No sé cómo entrará el Perú entero en el Monumental. Lo que importa es que llegas a Perú a homenajear a nuestra tierra con tu música y al nombre de un peruano -César Miró- con el rótulo de tu gira.

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Todos Vuelven
(Vals Peruano)
Letra y Música de César Miró

Todos vuelven a la tierra en que nacieron,
al embrujo incomparable de su sol,
todos vuelven al rincón donde vivieron,
donde acaso floreció más de un amor.
Bajo el árbol solitario del silencio,
cuántas veces nos ponemos a soñar,
todos vuelven por la ruta del recuerdo,
pero el tiempo del amor no vuelve más.

El aire que trae en sus manos
la flor del pasado, su aroma de ayer,
nos dice muy quedo al oído
su canto aprendido del atardecer.

Nos dice su voz misteriosa,
de nardo y de rosa, de luna y de miel,
que es santo el amor de la tierra,
que es triste la ausencia que deja el ayer.
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Bienvenido, maestro. Nos vemos el 10 de octubre.

Matadoras de maldiciones

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A las chicas más chicas del vóley peruano:

Debe ser un sueño que pocos peruanos soñamos volver a tener. Casi nadie advirtió la tremenda epopeya de anteayer. Lejos de casa, ustedes, metidas en el peor grupo que les pudo tocar, con apoyo cero de casi todos los sectores (incluso la afición), sacaron adelante un contundente primer resultado de 3 – 0 a favor de la blanquirroja, representándonos en el Mundial de Vóley Sub18 en Tailandia. Como un flashback, algunos recordaron Seúl 1988.

Las chinas, actuales campeonas mundiales, 10 ó 15 centímetros más altas, rápidas, favoritas, tuvieron que inclinar la cabeza ante su juego limpio y contundentemente agresivo. Ustedes, nuestras chicas de 18 años, de miradas tímidas y de frágil expresión, demostraron que su pasión por el vóley valió más que cualquier mezquindad que el Perú y su Gobierno pueda tener hacia el deporte.

Ayer el resultado se repitió y la alegría fue mayor. Le habíamos ganado al campeón de África. Túnez, al igual que China, perdió los tres sets ante ustedes, chicas. Las tunecinas completamente desconcertadas por el poderío que demostraron, no pudieron aguantar mucho. Este segundo rival terminó impreciso a más no poder y sin mayor oportunidad de cumplir como corresponde en la cancha. Achatadas. Ni más ni menos.

La verdad de esta historia es que la gran sorpresa que nos están dando no es gratuita. Detrás de ella existe un inteligente trabajo del técnico Hernán Artieda, disciplina individual, compenetración como equipo, el suficiente training con rivales importantes y el apoyo incondicional de cada una de sus familias (mas no del Gobierno).

Ahora quizás algunos estén pensando rotularlas como “Las joquitas del vóley”. Sería como querer opacar toda la alegría que están dándonos al colocarse entre las 8 mejores del mundo. Sería como querer tapar el sol con un dedo. Sería como pretender negar que las “Matadorcitas”, con su juego, buscan terminar con la maldición del deporte peruano.

Y lo están logrando.

¡Gracias a Dios!

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A los padres de la patria:

Celebro con gran entusiasmo la nueva norma que se acaba de aprobar en el parlamento. Diría en esta oportunidad que más valió tarde que nunca. Con estas palabras hago referencia al proyecto de ley ─aprobado por unanimidad─ sobre la igualdad de confesiones religiosas, cuya aprobación significa un hecho trascendental y un enorme avance que anota un punto a favor de la democracia y la justicia en nuestro país.

Explico el porqué:

Punto uno: La iglesia Católica ha gozado de toda la predilección del Gobierno por mucho, mucho tiempo. Ésta le ha favorecido en cuestiones tributarias, subvenciones, en la inclusión obligatoria del curso de Religión (Católica) en la currícula escolar, en múltiples incursiones de participación política y hasta en actos oficiales como el Te deum, dentro del programa de actividades por Fiestas Patrias (del Perú de todos los peruanos). Y se supone, al menos así dice el papel, que somos un Estado Laico, donde no existe una denominación de fe promovida por el Gobierno, o que tenga un carácter de oficial.

Punto dos: Me da alegría inmensa por las horas de aburrimiento y martirio que ya no tendrán los hijos de algunos amigos en las escuelas donde estudian. El curso de Religión (Católica) impartido de forma obligatoria en los colegios del Estado, me parecía una cuestión absurda. Era como recibir 11 años de catequesis e inducción a una sola religión. Eso traía que como robots tomemos “decisiones de fe” marcadas en el calendario escolar. Gran avance, en ese sentido. Porque la fe, como tal, debería ser profesada luego que el individuo toma una libre decisión de entre los credos que existen. Sin embargo, esa gama de opciones no se encuentra como debería encontrarse realmente en un curso de religión, que para mí debería llamarse “Estudio de las religiones”.

Punto tres: Acabo de leer, en el diario Perú 21, que monseñor Miguel Cabrejos “lamentó que no hayan sido consultados antes de elaborar la norma aprobada ayer en la Comisión de Constitución”. La pregunta que me hago es: ¿tenía que consultárseles algo? Y sobre esta actitud es mi punto final. La Iglesia Católica, más por mala costumbre que por justicia, se ha sentido con derecho a muchas cosas dentro de nuestra sociedad. Las otras denominaciones, con la misma o mayor religiosidad en sus feligreses, nunca fueron consideras al mismo nivel que la iglesia Católica, o no tuvieron la misma recepción. Con la aprobación de esta norma, se afirma la idea de libertad de credo, se acaba, de algún modo, con la discriminación que existía hacia otras iglesias al poner las mismas reglas para todas, también se avanza a la idea de conseguir en algún momento un Estado laico, y se termina con la discriminación que el Gobierno tenía hacia las diferentes religiones que se practican en nuestro país.


Funeral en Neverland

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Michael Jackson - In Memoriam:

Nadie sabe exactamente qué ha pasado. Todos anuncian sin querer tu deceso pero nadie lo confirma o lo grita a viva voz. La verdad no durará mucho tiempo en salir a la luz y pronto el mundo sabrá probablemente el lugar de tus exequias.

La música se ha vuelto silencio una vez más. Quizás el pop también este muriendo contigo. Más allá de todo queda la inmortalidad de tu voz, de tus pasos sobre el escenario y tus escándalos que opacaron tu aclarada carrera.

Te dicen “el rey”, y hoy se termina al parecer tu reinado que tenía muerte anunciada. Hoy se va contigo la leyenda, el retador de la naturaleza, el negro de nariz amplia que llevas dentro. Hoy se escucharán más que nunca tus canciones y vendrán los homenajes que en vida no mereciste. Hoy se te fue la vida y ante eso no pudiste hacer nada, ni tus ahorros ni la tecnología pudieron afincarte un día más en este planeta.

Hoy has muerto Michael, y contigo el apellido Jackson, el paso para atrás, Thriller y Billie Jean. Tu muerte fue tan smoth y criminal que nadie la predijo o presintió. Te vas un día cualquiera: sin música, sin glamour y sin show.

Hasta siempre, Michael Jackson. Hasta siempre, excéntrico “Rey del Pop”.

Chica Dinamita

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Para Kina Malpartida:

El día de la pelea tenía mucho miedo. Quizás el natural por esa cuota normal o habitual de desconfianza que tenemos los peruanos ante un enfrentamiento deportivo. Ya casi no se esperan triunfos. La idea de una mala pasada del destino termina siempre dando vueltas en nuestra mente. Pero en tu mente, Kina, parecía haber otra cosa. Quizás la roncha del show verbal, quizás las ganas de regalarle a tu padre un triunfo en casa con la pompa necesaria. También pudo haber un afán de reivindicar al Perú perdedor. Tal vez tenías todo eso contenido y más.

La garota flaca te esperaba en la otra esquina. Su aspecto era para mí intimidante a pesar de sus 19 años. A ti parecía no inmutarte nada. Por la tele se sentía hasta tu respiración, una especie de ejercicio bovino enfurecido. La campana sonó y te volcaste hacia ella con golpes casi delirantes. Algunos, incluso, parecían no tener muy buen cálculo. Querías ganar, arrasar y hacer respetar tu casa. Halana, tu contendora, nomás aguantaba uno tras otro los golpes cargados de una extraña furia interna. Los rounds pasaban y tú seguías endemoniada hinchando tus músculos a punta de golpes que tu rival recibía en la mandíbula. Ella mostraba signos de cansancio, de fastidio en la cara, con ojos a punto de lagrimear. A ti no te importaba nada. Uno, dos, recibía generosamente Dos Santos. En una de esas la arrinconaste y ella sólo pudo cubrirse. Eso fue lo que hizo casi en todo momento, cubrirse. Nada más.

El final todos lo conocen. Te pasearon en hombros, triunfante, y el título se quedó en casa. Antes de que se declarara el nocaut técnico le propinaste al menos cinco golpes de lleno en la cara. La ‘Leoparda’ no daba para más.

La síntesis post pelea. Tenemos un título mundial de box retenido, el público vibró con un gran espectáculo de box extraordinario, el Perú sacó pecho por la fortaleza de su guerrera ‘Dinamita’, y el Dibós explotó de alegría con exclamaciones de “Ole, ole, ole, ole, Kina, Kina...”.

Moraleja: Las chicas guapas también pegan y duro. ¿No es cierto, Kina?

Cajón negro

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Al rey del zapateo:

Por tus venas dejó de circular la sangre negra que presagió el luto de tu partida. Mientras tu espíritu se mueve libremente en una atmósfera desconocida, tu cuerpo descansa inmóvil frente al reflejo de la mirada oscura de quienes te despiden. Por ahí andarán oxidadas las cuerdas de tu violín que hoy es herencia. Por ahí andarán las cadencias enterrándose en tus cajones. El Carmen llora y llora, cuando la costumbre manda festejar, porque el ritmo ya no aflora de tu casa musical. Y el ritmo, aquel ritmo de tus incansables pies fueron perdiendo forma, compás, movimiento. La parálisis te quitó el salero. La diabetes te arrebató una pierna. La silla de ruedas fue tu último asiento. El cajón, en tanto, apolillaba su madera, y la guitarra sonaba con acordes de lamento. La percusión de tus amigos acompañará la comparsa, cuando tus hijos negros te lleven por el viento.

Los niños zapatearán en tu nombre. Los grandes intentarán tu reemplazo. La vida te llevó del brazo a cuánto escenario te has subido. Negro, la música te tiene a ti y tú no tienes música. La cosa así no tiene sentido. Es lo que muchos tenemos hoy en mente, cuando el festejo de la vida calla porque has partido.

Los ambientes de tu casa no sentirán más el repique de tus pies cansados. Tus mejores zapatos hoy se entierran contigo. Recién a estas alturas de tu muerte te visitará algún viejo amigo, quizás el Presidente, o gente que en vida te tuvo en el olvido.

En Chincha seguirán apellidándose Ballumbrosio. Aunque Amador, el afro peruano del folclor, haya muerto. Mientras tanto, por los escenarios subirán otros negros, otras suelas, otros intentos. Pobres émulos, no serán más que carabinas de Ambrosio.

Hasta siempre, maestro.

Señorita Laura

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A la promotora de la vergüenza nacional:

Laura, Laura, Laura. Sólo la bondad de Dios pudo regalarte boca. La bendita libertad de expresión nos hace esclavos de tus alaridos. Ahora último vienes con que te avergüenza ser peruana. Qué risa. Si los cientos de “comedores” y “tus madres” estuvieran realmente conscientes de la clase de monstruosidades que planeabas con tu equipo de producción para liderar el rating, te tendrían asco. Está bien, tú me dirás que eres una mujer digna, que te encarcelaron y que hacías patria con tu programa por Latinoamérica. Pero la verdad de las cosas es que te quedaste a pagar tus penas porque eras consciente de tu culpa y porque viste más conveniente vivir en ‘Monitor’, con aire acondicionado, gimnasio, con todos los lujos, servidumbre, marido-mantenido, set de tv y todas esas cosas, que acomodarte en un rincón en Santa Mónica. Porque vivir así es mil veces mejor que mudarse a la cárcel. Ganarse la plata así, es años luz veces "mejor" que ganarte el pan trabajando con un carrito sanguchero de ‘Solidaridad familia’. Ay, Laura, siempre te has querido vender infructuosamente de una forma distinta: Como la heroína del pueblo, como la defensora de los pobres y marginados, o como la lideresa del rating nacional. Sin embargo, no eras más que una ambiciosa que no le importaba lucrar con la necesidad ajena, una persona sin escrúpulos que se metió con Montesinos y que en su programa promovía al gobierno dictador de turno, regalando escándalos y cortinas de humo a petición.

Pero, sabes, la gente no es tan tonta como tú piensas. Hoy muchos se dan cuenta de tu teatro de largas temporadas, de tus argucias y mañas para salir bien parada y hacer de la exposición del morbo popular un jugoso negocio que, incluso, te permitió tener una enorme mansión en Miami. Nunca hubo guerra sucia contra ti. Tus propias mentiras fueron las que te pusieron la soga al cuello. Y ahora vienes con que México es un país maravilloso que te acoge y que nunca más quieres volver a vivir en Perú. Sinceramente, Laura, en el Perú a nadie le importa tu vida. Es más, si no vienes mejor para el país porque nos evitamos de una influencia tremendamente nociva para la sociedad. Lo malo es que ahora estafarás a los mexicanos y a nosotros nos harás quedar mal otra vez y como siempre. Porque es por tu culpa, claro está, que el mundo hispano cree que todos los peruanos somos como el papel que interpretaba esa pobre gente en tu programa.

Si te avergüenzas del Perú, Laurita, el sentimiento es mutuo porque el Perú se avergüenza de ti. Y si te fuiste a vivir a México es porque acá estas quemada y nadie te daría un minuto más en la tele.

Te pido, para terminar con esta carta, que no hables mal de mi patria, remozada y pujante nación. Y si en algún momento se te pasara por la mente hacerlo, primero muérdete la lengua.

Hasta nunca, señorita Laura.

Curiquitaca

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Al cura señalado:

No quisiera estar en su pellejo, Padre Alberto. Espero que el amor por su chica sea lo suficientemente fuerte como para aguantar esta tempestad, tanto como espero por su bien que la tormenta pase rápido. Aunque las críticas seguirán lloviendo hasta convertirse en garúa y luego rocío. Entre tanto, los católicos célibes lo seguirán detestando, cuando en el fondo lo envidian. Las divisiones se seguirán zanjando entre los buenos que lo condenan y los malos que lo apoyan. Entre ellos, yo. Y lo apoyo un tanto por su actitud rebelde, ciertamente tardía, pero que logra de algún modo poner en contradicho al sistema loco, raro, confuso y críptico de la universal Iglesia Católica.

Le cuento. El cura que me bautizó cuando tenía un día de nacido tenía fama de borrachín, mujeriego y de padrino de muchos “ahijados”. Lo conocí cuando era adolescente y tuve que confesarme para comulgar en una misa de una tía. Diez segundos duró la confesión. El dichoso padrecito no me dejó hablar y sólo se remitió a decir “tus pecados te son perdonados”. Famoso cura este. En mi ciudad todos conocían de sus andanzas, algunas señoras lo conocían más que los demás.
También en la adolescencia conocí al cura del pueblo de mi abuelo, justo cuando se celebraba una fiesta patronal. En la misa, a la que asistí presionado por mi madre, para complacencia de mi bisabuela, este cura de pueblo se presentó completamente embriagado y a mitad de la ceremonia se orinó frente a los feligreses de la manera más desvergonzada. Esos dos únicos escandaletes recuerdo haber atestiguado. Luego escuché en las noticias sobre curas violadores varias veces, y una vez una leyenda urbana sobre un convento de claustro, en el centro de mi ciudad, donde se dice que las monjas enterraban fetos en el jardín, seguramente, como parte de alguna penitencia encomendada los curas del recinto. Qué será.

Volviendo a su caso de enamoramiento fortuito, yo creo que hizo bien en reconocer su falta, porque de hecho hubo muchos ofendidos. Pero también hizo bien en dar la cara y defender ese sentimiento que no creo, sinceramente, vaya a recibir una condena divina.
El catolicismo más defiende el celibato para no tener que alimentar más bocas. Me explico: si existieran 100 curas en el mundo, y cada uno con esposa, y cada uno con dos hijos, el ingreso por ofrendas tendría que prestarse para alimentar 400 personas (fuera de los gastos de educación), además de los gastos administrativos comunes. Personalmente creo que por ahí va la cosa: la Iglesia Catolíca quebraría si los curas pudiesen dar el sí en el altar.
Ahora, que si la Biblia manda el celibato es discutible porque también el apóstol Pablo menciona en una carta que si alguien no puede mantenerse solo que se case. Y si nos remitiésemos a prácticas bíblicas, la iglesia Católica tendría que cambiar muchas de sus formas actuales para ajustarse al libro sagrado.

En fin, todo es según el color del cristal con que se mire.

Saludos y mucha más suerte en el amor.

Mr. Drexler II

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Querido Jorge:

Me bastó escucharte en vivo dos horas para llenar mi carpeta de música con tus canciones. Me bastó un fin de semana para procesar tus versos mágicos y tus palabras sinceras. Me fueron suficientes algunos de tus acordes de guitarra y la conmoción para aprender que iba “en este vuelo transoceánico oyendo tus versos melancólicos”. Y me bastó con escuchar tus genialidades sencillas, llenas de picardía y tu marca personal del sur.

No te voy a endiosar. No voy a recomendar tu música intencionalmente. No pienso comprar tus discos aún. No quiero tener tu voz. No quiero robarme tu talento. Tan sólo con dedicar y cantar algunas de tus canciones estoy contento. No pretendo ser el guitarrista del gueto de Varsovia.

Pretendo, sí, sumergirme en tu discografía. Prometo no escucharla horas. Prometo escucharla lo suficiente. Prometo intentar descubrir realmento qué significa eso. Prometo no ir a Disneylandia. Y prometo no darle más vueltas a esta carta. Esta vez creo que valió tarde antes que nunca. Decir que aunque sin primera tuve segunda. Que conocí recién al gran ser humano que está entre un médico jubilado y un trovador de sonidos raros y voz suave. Años luz y muchos discos después. Pero valió toda pena.

Cada uno da lo que recibe, dices. La norma dictó que toda tu música, aquella noche, se transformara en alimento para mi alma, y hasta me curo de una enfermedad de temporada. Y no sé mucho qué decir para darte de vuelta lo que recibí. Lo haré mejor a tu manera. “Gracias, gracias, gracias//Quiero agradecer a quien corresponda//Y a nosotros dos el premio a la audacia//Por entrar al mar por la parte más honda”.

Gracias Drexler.
Salúdame a Matías y Campi.

La Movida de Mabela

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A la promotora sonora:

Te conocí una noche en la que otro se acercó a pedir tu número de Nextel por mí. Aunque en el fondo sabía que jamás te llamaría sentí por un rato el poder de tenerte como contacto en mi celular. Digo, siempre ocurre algo de eso cuando conoces gente famosa. Por sólo segundos me creí tu amigo íntimo, tu compañero de boleros y quien te pasaba música nueva. Nada real. De aquella noche en el Jazz Zone sólo queda un viejo buen recuerdo. Sin embargo, de la noche del último viernes conservo un recuerdo mucho más reciente, y presiento que durará por mucho tiempo.

Fila 1, asiento 38: Luego de aplaudir a William Luna, te paras y subes al escenario: “…con ustedes, nuestro ídolo, Jorge Drexler”. Aplausos y más aplausos. Lo que todos vimos después, en el concierto, no se puede contar con palabras simples. Mientras tanto, la noche se hacía cada vez más fría y mágica, simple, pero reveladora a la vez. Al final, casi al final de todo, el público se paró a pedir “otra, otra…”, como de costumbre. Mientras eso, tú orgullosa de tu gran hazaña te emocionabas tras bambalinas. Luego de sendos segundos de aplausos, salió primero Él, luego hizo una breve introducción y llamó al escenario a Magaly Solier. Más aplausos. Cuando el silencio reinó, la voz de Magaly invadió el lugar a capella: “Ojos azules no llores//No llores ni te enamores//Lloraras cuando me vaya//Cuando remedio no haya”. Luego entró Drexler y juntos cantaron: “Tu me juraste quererme//Quererme toda la vida//No han pasado dos, tres días//Tu te alejas y me dejas//En una copa de vino//Quisiera tomar veneno//Veneno para matarme//Veneno para olvidarte”. Fin. Luego las gracias de un Drexler conmocionado por segunda vez. Y todos de salida.

Después del show, ¿cómo te habrás sentido, Mabela? Quizás como quien tuvo un bebé esperado por mucho tiempo. Esta vez, como en otras, la hiciste con el espectáculo. William Luna empezó a hilar una bonita noche con charangos y voz andina, y Magaly Solier le puso el broche a la chompa que Jorge Drexler tejió. Qué lindo te quedó el roponcito de la criatura llamada 'Sonidos del Mundo'.

Ahora no sólo quiero tener tu número de teléfono, también quiero ser amigo de tu música.

Mr. Drexler

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A Jorge Abner (Antes):

Ya casi, casi. Hace rato empezó la cuenta regresiva que me recuerda que debo hacer los preparativos para asistir a tu concierto. Tengo que viajar 8 horas, sacar las casacas que de seguro necesitaré y escuchar una que otra canción. Aunque, te soy franco, no quiero escuchar nuevas canciones antes de ir. Quiero saber cómo fui antes y cómo seré después de tu concierto. Como le suele pasar a mucha gente: voy a ver qué hay; en verdad, no soy fanático de tu música. La verdad sólo sé que eres compatriota de Eduardo Galeano, que eres galeno retirado, que aunque no lo pareces del todo eres cuarentón del segundo tiempo, que te han visto por ahí guitarreando pero no en el Oscar, que a veces haces versos con música experimental que tú mismo compones, una que otra canción comercial y que vienes por segunda vez a Perú. Quien vuelve a apostar por ti es Sonidos del mundo de Mabela. Eso es todo lo que sé. No sé más, y quizás no sepa más previamente al concierto. Pero iré para verte hacer lo que, dentro de mis más profundos anhelos, siempre quise hacer: tocar y cantar. Vamos a ver cómo te va, y veré cómo termino yo cuando ya no se oiga un aplauso más. Cuando sea sábado y me quede algún saborcillo luego de haber ido a tu concierto. O sea, después.

Gastón, no gastemos tanto

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Al dueño de la cocina:

No he ido a todos tus afamados restaurantes, pero sé que algunos son tan caros que sería preferible comer en otros lugares quizás tan ricos, o quizás más ricos y mucho más baratos. Yo tengo una lectura de lo que significa comer comida Acurio: es sinónimo de estatus, de glamour, estilo de vida, paladar sofisticado. La verdad, para el peruano promedio significa: "me reviento la tarjeta en Astrid & Gastón el domingo y, desde el lunes hasta el viernes que le sigue, le cuento a la gente de la chamba que fui a comer al restaurante de Gastón Acurio”. Con lo que se gastó podrían alimentarse, por unas dos semanas, 3 ó 4 individuos con buena comida casera.

Lo malo de comer en algunos de tus restaurantes es eso, que a veces se te pasa la mano de sal con los precios. Y el sabor, que es lo principal, a veces no convence del todo. Porque, sinceramente, una abuela de provincia podría llegar a cocinar mejor que algunos de tus chefs. No estoy metiendo en este saco a Victoriano López, el entrenador de tus chefs. Lo digo por quienes no logran ser tan buenos como él: de vocación, de espíritu cocinero, de mercadillo, de campo, de barrio. Por más que intentes, no vas a lograr que en todas tus cocinas haya un Victoriano. Y tú lo sabes, pero no lo dices. Un verdadero talento culinario refleja recorrido entre ollas, verduras, carnes y especies. Una relación de amor u odio con tu madre, con tu abuela o con la que de niño te dio de comer a la fuerza. Es haber comido con la mano, de la olla o sartén, a la leña, carbón o cocina industrial. Es haberte paseado cientos de veces por recovecos, huecos, cuchitriles o huariques. ¿Y a mí qué con este rollo?, me dirás. Pues nada, sólo que si tuvieses un Victoriano López en cada restorán valdría 100% la pena ir a uno y pagar lo que cobres. De lo contrario, tus establecimientos sólo quedarían como orgullo de marcas que están invadiendo el mundo.
Hay que reconocer tu buena labor de motivador, profeta y exportador de ideologías culinarias. La comida peruana también es Acurio, porque tu visión empresarial es impresionante y única. Que en el extranjero te paguen la plata del mundo por comer comida del Perú, es un logro asombroso de tus marcas. Sabemos que un polo de marca que cuesta $100 en Gamarra cuesta S/. 25 soles y con mejor calidad de algodón . Pero, por la marca, por ese concepto tan controversial, también podemos darnos el lujo de vender una billetera cuya elaboración cuesta, digamos, S/.70 soles a $100, porque en la etiqueta dice Renzo Costa. Y aplausos porque el extranjero compra. Y aplausos porque podemos también ser competitivos con marcas nacionales.

Volviendo al bocado anterior. Tampoco la idea es sobrevalorar la comida peruana que nos ofrecen los restaurantes gourmet, sino, creo, darle sólo un poquito más de utilidad a un precio justo y conseguir a cambio una enorme calidad. Que la comida peruana se haya vuelto un objeto de culto o expresión mística de la gastronomía contemporánea, no significa que la vamos a volver inalcanzable. Aunque nuestros insumos sean difíciles de exportar al extranjero, poco a poco se irán abaratando en la medida que la demanda sea mayor. Y, claro, eso es también gracias a ti, Gastón. Poco a poco los peruanos que viven fuera ya no se volverán tan locos sin su comida y el mundo seguirá comiendo de nuestra mano. La idea es que siempre logres un beneficioso equilibrio entre calidad y precio. Para todos los extranjeros y para todos los peruanos.

Buen provecho y, de todos modos, nos vemos en “Perú, Mucho Gusto”.

Nora, la precursora

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Querida Nora:

¿Por dónde andas?, me preguntaba por estos días, como también se lo preguntarán todos los salseros y quienes bailaron fascinados con la ‘Salsa caliente del Japón’. ¿Y qué habrá sido de esa china?, no tardarán en decir los que quedaron boquiabiertos cuando se enteraron que eras japonesa. Pero es que hasta antes de esuchar 'Ámame' o 'Descarga de la luz' o 'I am a piano' de La Orquesta de la Luz nadie imaginó que la salsa pudiera producirse geográficamente fuera de Latinoamerica.
¿Salsa proveniente del Japón? Sí, era muy difícil de digerir. Aunque a la hora de escuchar a La Orquesta de la Luz no quedaba ninguna duda, como decía aquel single “La salsa no tiene fronteras”.

¿Qué será de tu voz, de tu swing, de tu encanto salsero, Nora? Fueron casi dos décadas que La orquesta de la Luz invadió con conciertos, trece discos y descargas salseras a Puerto Rico, Estados Unidos, México y Perú con un ritmo pegajoso y caliente producido en la tierra del sol naciente. Luego, en 1999, la Orquesta se desintegró y tú probaste como solista haciendo dos discos. La suerte no estuvo de tu lado, lamentablemente. Pero tu talento y todo lo que irradiabas en el escenario no se pueden negar. Entonces, porque se te extraña, insisto: ¿Qué es de ti? ¿Sigues haciendo salsa?

Hace poco se especuló sobre un regreso de La Orquesta de la Luz. Hasta ahora no he tenido ninguna confirmación. También anunciaste en una entrevista al programa peruano ‘De Película’ que volverías a hacer giras, como aquella que te trajo a Perú en el 93. Supe que en el 2005 lanzaron el disco ‘Arco Iris’ y que sólo se limitaron a hacer presentaciones en vivo por Tokio, Osaka, Fukuoka e Hiroshima. No se sabe mucho de ustedes por este lado del mundo.
Mientras tanto, hay grupos y orquestas que quieren seguir tus pasos y emular el gran éxito que tuviste. De Japón, una discípula tuya es Nana Cantarina; de Dinamarca, haciendo además de salsa, son y cha cha chá, el cuarteto Viva; y de Escocia, Salsa Céltica le pone gaitas a la salsa de siempre. Como verás, por la puerta que abriste junto a La Orquesta de la Luz siguen pasando más y más grupos de los que importamos salsa. Años atrás esto era simplemente impensado.

Ante esto no me queda más que esperar tu regreso y nuevos discos, y decirte simplemente ¡Arigato!

(des) Amor al chancho

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Recordado y querido Babe:

Quizás esté de más decir que siento mucho la mala racha que estas teniendo. De hecho nunca sabré lo que sientes como tampoco conoceré tus frustraciones por tanta historia de malos tratos y puerca vida. Pero déjame decirte, si en algo te sirve de consuelo, que tu valor para mí es incalculable y superior al de muchas especies de esta creación.
Sé lo mal que el mundo se ha portado contigo y los tuyos. Por un lado, han tenido la osadía de prohibir el consumo de tu carne por considerarla inmunda. Por otro, tu pellejo ha sido rifado al mejor postor en mercadillos y centros de abasto. Las mafias abarrotan sus bolsillos diariamente vendiéndote a pedazos, y se llenan la boca por la gran hazaña que significa enriquecerse a tus costillas. Con esto queda confirmado que todo el amor siempre estuvo dirigido hacia tus chicharrones.

Como si no fuera suficiente, todo ha empeorado para ti desde que una enfermedad propia de tu especie, que parecía de rutina, provocó –“sin querer queriendo”– una gripe AH1N1 mundial. Ahora tienes a todos yendo y viniendo con máscaras, a la OMS pronunciándose a cada rato, los aeropuertos aún más frenéticos que de costumbre y a la población inmersa en un sicosocial increíble. Qué mala leche, cerdito. Esto no se lo deseo a nadie. Ciertamente, este no será tu año ni siquiera en el Horóscopo Chino.

Te desprecian por ser el portador del temible mal. ¿Y qué culpa tienes tú, cerdito valiente? Ninguna, claro está. Sin embargo, quienes te valoramos y queremos nos sentimos orgullosos de la hidalguía con que afrontas esta situación. Cuando muchos quieren quemarte vivo tú sigues ahí, convencido de tu gran utilidad y tus aportes. No importa, allá ellos que se lo pierden. Mientras tanto, yo te prometo continuar disfrutando de tu deliciosa carne, de tu sabor inigualable y de la exquisitez que significa tu participación en la gastronomía de este planeta. Esto es sólo una mala racha, pequeño amigo, ya verás que pronto la tormenta pasará. Eres la proteína animal más deliciosa y de mayor calidad que conozco, y ninguna gripe de temporada va a venir a decirme lo contrario. Lo mejor viene después, ya lo verás. En lo que menos imagines, estarás gozando de todo el reconocimiento que mereces y ocuparás un lugar imprescindible en nuestras mesas y nuestros corazones.

Un abrazo y mucha fuerza, chanchito valiente.
Hasta pronto.

“Oh, Sole mía”

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Querida Sole:

Hace no más de 6 años, no sé exactamente cuándo, no sé ni cómo, llegó a mis oídos tu inolvidable hermosa voz. Era de esas voces de la que te enamoras a primera vista. Tenía forma de alma, de mundo y cuerpo de mujer española. Era, en ese entonces, la voz de Presuntos Implicados, una banda a la que creí musicalmente gracias a tu don melódico. Lástima que tú ya estabas de salida. Lo digo así porque en lo que demorabas poniéndote la ropa de solista, yo miraba en el espejo si el atuendo de Presuntos iba bien con mi estilo personal. Pero así tuvo que ser: “Nunca es para siempre”, decía una de tus canciones. Todavía recuerdo la pena que sentí al leer tu carta agradeciendo a la gente, a esa gente que tú le dedicaste una canción.

Hace rato leí que el nick de un amigo decía “Cuando quiero sol”. Yo dije qué buena forma de invocar ese anaranjado y nostálgico sol. Mi amigo vive enamorado y al mismo tiempo lejos de quien ama. Sin embargo, tus canciones lo transportan, lo acercan por infinitos segundos al lado de ella. Tu voz ilumina su esperanza, porque tu voz irradia todo: “agua, luz, amor”.

Me sorprendo con el paso del tiempo, Sole. Estás más resuelta que nunca, con los años bien puestos y esa voz aún más cuajada. Ahora, mientras tu banda de 20 años se asoma tímida con tu reemplazo, tú irrumpes con una tercera producción en Latin Jazz. Ay, Sole, tremendo plenilunio el que nos traerás en junio. Viene con lluvia de estrellas, con aguas de marzo, con gracias a la vida y hasta dos gardenias. Qué maravilla. Nunca fue tan bella la soledad.

Alas y buen viento.
Adiós.