Haiti, Chile y yo

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Nuestra vida es muy parecida a las famosas placas tectónicas que cuando friccionan producen los terremotos. Pueden estar mucho tiempo estables, pero de pronto, en el momento más insospechado, toman rumbos desconocidos que acarrean tanto sismos como cismas emocionales. Suele pasar con mucha frecuencia. Un día somos algo, al otro ya no lo somos. Un día anduvimos de amoríos y al otro le declaramos la guerra a quien se nos cruce en el camino, porque terminamos lo que comenzamos. Luego se nos dio por ser buenos y, de pronto, la sed de venganza nos vuelve de los más viles maquinadores de crueles artimañas. La vorágine que viene, después del movimiento telúrico dentro de uno, termina dejando enormes pérdidas y cuantiosos daños en el epicentro de nuestro ser. Nos separa de nuestros vecinos y amigos para “trasladarnos” a zonas más seguras. Mientras eso sucede, el panorama de un caos general nos pone en la línea del frente. Toca, por supuesto, adaptarnos y enfrentar esta ola gigante. No importa cuán devastados estemos, no interesa cuánto tiempo duren las réplicas, lo que viene ahora es coraje puro y todo lo que pueda emerger de la propia iniciativa y del instinto de supervivencia será siempre bienvenido.

Hoy se acabo una era en mi país; mañana empieza su etapa de reconstrucción. Se recibe con mucho aprecio la ayuda humanitaria y se espera una eficacia en las políticas reconstructivas de un nuevo ser. Un terremoto no siempre mata, más bien puede ser paradójicamente edificante cuando toca en el lugar y en el momento preciso. Fuera de toda vulnerabilidad, allana el camino rocoso de la esclavitud por complacencia, nos premune de una doble tracción del corazón y nos lleva a un horizonte desconocido donde todo está por ser descubierto y explorado.

Mañana el sol saldrá y alumbrará los escombros que pronto serán levantados. Los servicios volverán a ser repuestos y la producción se iniciará de menos a más hasta llegar a su ritmo habitual. Ayer las placas chocaron, pero hoy todo volverá a la normalidad. En poco tiempo éste volverá a ser un país nuevo y más precavido, menos compulsivo y más sólido que nunca. ¿Para qué más tregua? Entonces, que empiece la reconstrucción.

Buscando América en Perú

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A mis queridos compatriotas:

Durante el ejercicio de una democracia débil, dentro de un país disperso con un Gobierno insensible y con un público que se asusta por los asomos de un terrorismo que ve por las noticias. Así se dispone el Perú a recibir a Rubén Blades, el gran maestro de la salsa, el trovador de multitudes barriales que llega al Perú con su tour “Todos Vuelven”. El rótulo made in Peru le pone sentimiento nacional a un concierto que se celebrará en el mes de la Canción Criolla. Sin embargo, eso no es lo más importante de la gira de Blades. Para la ocasión, que es única y sin precedentes, el ex ministro de turismo panameño ha juntado a unos viejos amigos, un grupo de salseros curtidos a los que bautizó hace muchos años como Seis del Solar. Con ellos ha empezado a dar vueltas por tierras latinoamericanas cantando mensajes de libertad, de paz y conciencia cívica.

Las promesas para la ocasión son muchas y casi todas basadas en el histórico álbum Siembra. Rubén Blades luce aún joven de voz, sereno en la interpretación y sofisticado en la propuesta visual sobre el escenario. Nadie siente que unos abuelos de un club geriátrico están tocando. Todo lo contrario. Los Seis del Solar están completamente revitalizados y no escatiman esfuerzo físico alguno para interpretar los temas de siempre que suenan a nuevos. Suenan también a los mismos gritos del ayer, cuando Blades exhortaba al pueblo americano a responder a un llamado de unión e identidad.

Hoy, como lo hubiese hecho Bolívar, Rubén Blades cabalga escenario tras escenario con gritos de libertad, con cánticos de la mejor salsa que se haya podido urdir, con letras basadas en historias de esquina y con las ganas de renovar su pacto con un público que ha estado sediento de su mensaje por más de un quinquenio

Este 10 de octubre Rubén Blades cantará para los adentros de un pueblo que olvida, que tropieza con la misma piedra, que canta sin cesar problemas de nunca acabar.

A ver si el Perú de América, al que le cantará el genial Ruben, se reivindica con su patria y entiende el mensaje, lo procesa y lo practica.

Vuelve la salsa

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Gran Rubén,

No sé cómo entrará el Perú entero en el Monumental. Lo que importa es que llegas a Perú a homenajear a nuestra tierra con tu música y al nombre de un peruano -César Miró- con el rótulo de tu gira.

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Todos Vuelven
(Vals Peruano)
Letra y Música de César Miró

Todos vuelven a la tierra en que nacieron,
al embrujo incomparable de su sol,
todos vuelven al rincón donde vivieron,
donde acaso floreció más de un amor.
Bajo el árbol solitario del silencio,
cuántas veces nos ponemos a soñar,
todos vuelven por la ruta del recuerdo,
pero el tiempo del amor no vuelve más.

El aire que trae en sus manos
la flor del pasado, su aroma de ayer,
nos dice muy quedo al oído
su canto aprendido del atardecer.

Nos dice su voz misteriosa,
de nardo y de rosa, de luna y de miel,
que es santo el amor de la tierra,
que es triste la ausencia que deja el ayer.
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Bienvenido, maestro. Nos vemos el 10 de octubre.

Matadoras de maldiciones

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A las chicas más chicas del vóley peruano:

Debe ser un sueño que pocos peruanos soñamos volver a tener. Casi nadie advirtió la tremenda epopeya de anteayer. Lejos de casa, ustedes, metidas en el peor grupo que les pudo tocar, con apoyo cero de casi todos los sectores (incluso la afición), sacaron adelante un contundente primer resultado de 3 – 0 a favor de la blanquirroja, representándonos en el Mundial de Vóley Sub18 en Tailandia. Como un flashback, algunos recordaron Seúl 1988.

Las chinas, actuales campeonas mundiales, 10 ó 15 centímetros más altas, rápidas, favoritas, tuvieron que inclinar la cabeza ante su juego limpio y contundentemente agresivo. Ustedes, nuestras chicas de 18 años, de miradas tímidas y de frágil expresión, demostraron que su pasión por el vóley valió más que cualquier mezquindad que el Perú y su Gobierno pueda tener hacia el deporte.

Ayer el resultado se repitió y la alegría fue mayor. Le habíamos ganado al campeón de África. Túnez, al igual que China, perdió los tres sets ante ustedes, chicas. Las tunecinas completamente desconcertadas por el poderío que demostraron, no pudieron aguantar mucho. Este segundo rival terminó impreciso a más no poder y sin mayor oportunidad de cumplir como corresponde en la cancha. Achatadas. Ni más ni menos.

La verdad de esta historia es que la gran sorpresa que nos están dando no es gratuita. Detrás de ella existe un inteligente trabajo del técnico Hernán Artieda, disciplina individual, compenetración como equipo, el suficiente training con rivales importantes y el apoyo incondicional de cada una de sus familias (mas no del Gobierno).

Ahora quizás algunos estén pensando rotularlas como “Las joquitas del vóley”. Sería como querer opacar toda la alegría que están dándonos al colocarse entre las 8 mejores del mundo. Sería como querer tapar el sol con un dedo. Sería como pretender negar que las “Matadorcitas”, con su juego, buscan terminar con la maldición del deporte peruano.

Y lo están logrando.

¡Gracias a Dios!

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A los padres de la patria:

Celebro con gran entusiasmo la nueva norma que se acaba de aprobar en el parlamento. Diría en esta oportunidad que más valió tarde que nunca. Con estas palabras hago referencia al proyecto de ley ─aprobado por unanimidad─ sobre la igualdad de confesiones religiosas, cuya aprobación significa un hecho trascendental y un enorme avance que anota un punto a favor de la democracia y la justicia en nuestro país.

Explico el porqué:

Punto uno: La iglesia Católica ha gozado de toda la predilección del Gobierno por mucho, mucho tiempo. Ésta le ha favorecido en cuestiones tributarias, subvenciones, en la inclusión obligatoria del curso de Religión (Católica) en la currícula escolar, en múltiples incursiones de participación política y hasta en actos oficiales como el Te deum, dentro del programa de actividades por Fiestas Patrias (del Perú de todos los peruanos). Y se supone, al menos así dice el papel, que somos un Estado Laico, donde no existe una denominación de fe promovida por el Gobierno, o que tenga un carácter de oficial.

Punto dos: Me da alegría inmensa por las horas de aburrimiento y martirio que ya no tendrán los hijos de algunos amigos en las escuelas donde estudian. El curso de Religión (Católica) impartido de forma obligatoria en los colegios del Estado, me parecía una cuestión absurda. Era como recibir 11 años de catequesis e inducción a una sola religión. Eso traía que como robots tomemos “decisiones de fe” marcadas en el calendario escolar. Gran avance, en ese sentido. Porque la fe, como tal, debería ser profesada luego que el individuo toma una libre decisión de entre los credos que existen. Sin embargo, esa gama de opciones no se encuentra como debería encontrarse realmente en un curso de religión, que para mí debería llamarse “Estudio de las religiones”.

Punto tres: Acabo de leer, en el diario Perú 21, que monseñor Miguel Cabrejos “lamentó que no hayan sido consultados antes de elaborar la norma aprobada ayer en la Comisión de Constitución”. La pregunta que me hago es: ¿tenía que consultárseles algo? Y sobre esta actitud es mi punto final. La Iglesia Católica, más por mala costumbre que por justicia, se ha sentido con derecho a muchas cosas dentro de nuestra sociedad. Las otras denominaciones, con la misma o mayor religiosidad en sus feligreses, nunca fueron consideras al mismo nivel que la iglesia Católica, o no tuvieron la misma recepción. Con la aprobación de esta norma, se afirma la idea de libertad de credo, se acaba, de algún modo, con la discriminación que existía hacia otras iglesias al poner las mismas reglas para todas, también se avanza a la idea de conseguir en algún momento un Estado laico, y se termina con la discriminación que el Gobierno tenía hacia las diferentes religiones que se practican en nuestro país.


Funeral en Neverland

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Michael Jackson - In Memoriam:

Nadie sabe exactamente qué ha pasado. Todos anuncian sin querer tu deceso pero nadie lo confirma o lo grita a viva voz. La verdad no durará mucho tiempo en salir a la luz y pronto el mundo sabrá probablemente el lugar de tus exequias.

La música se ha vuelto silencio una vez más. Quizás el pop también este muriendo contigo. Más allá de todo queda la inmortalidad de tu voz, de tus pasos sobre el escenario y tus escándalos que opacaron tu aclarada carrera.

Te dicen “el rey”, y hoy se termina al parecer tu reinado que tenía muerte anunciada. Hoy se va contigo la leyenda, el retador de la naturaleza, el negro de nariz amplia que llevas dentro. Hoy se escucharán más que nunca tus canciones y vendrán los homenajes que en vida no mereciste. Hoy se te fue la vida y ante eso no pudiste hacer nada, ni tus ahorros ni la tecnología pudieron afincarte un día más en este planeta.

Hoy has muerto Michael, y contigo el apellido Jackson, el paso para atrás, Thriller y Billie Jean. Tu muerte fue tan smoth y criminal que nadie la predijo o presintió. Te vas un día cualquiera: sin música, sin glamour y sin show.

Hasta siempre, Michael Jackson. Hasta siempre, excéntrico “Rey del Pop”.

Chica Dinamita

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Para Kina Malpartida:

El día de la pelea tenía mucho miedo. Quizás el natural por esa cuota normal o habitual de desconfianza que tenemos los peruanos ante un enfrentamiento deportivo. Ya casi no se esperan triunfos. La idea de una mala pasada del destino termina siempre dando vueltas en nuestra mente. Pero en tu mente, Kina, parecía haber otra cosa. Quizás la roncha del show verbal, quizás las ganas de regalarle a tu padre un triunfo en casa con la pompa necesaria. También pudo haber un afán de reivindicar al Perú perdedor. Tal vez tenías todo eso contenido y más.

La garota flaca te esperaba en la otra esquina. Su aspecto era para mí intimidante a pesar de sus 19 años. A ti parecía no inmutarte nada. Por la tele se sentía hasta tu respiración, una especie de ejercicio bovino enfurecido. La campana sonó y te volcaste hacia ella con golpes casi delirantes. Algunos, incluso, parecían no tener muy buen cálculo. Querías ganar, arrasar y hacer respetar tu casa. Halana, tu contendora, nomás aguantaba uno tras otro los golpes cargados de una extraña furia interna. Los rounds pasaban y tú seguías endemoniada hinchando tus músculos a punta de golpes que tu rival recibía en la mandíbula. Ella mostraba signos de cansancio, de fastidio en la cara, con ojos a punto de lagrimear. A ti no te importaba nada. Uno, dos, recibía generosamente Dos Santos. En una de esas la arrinconaste y ella sólo pudo cubrirse. Eso fue lo que hizo casi en todo momento, cubrirse. Nada más.

El final todos lo conocen. Te pasearon en hombros, triunfante, y el título se quedó en casa. Antes de que se declarara el nocaut técnico le propinaste al menos cinco golpes de lleno en la cara. La ‘Leoparda’ no daba para más.

La síntesis post pelea. Tenemos un título mundial de box retenido, el público vibró con un gran espectáculo de box extraordinario, el Perú sacó pecho por la fortaleza de su guerrera ‘Dinamita’, y el Dibós explotó de alegría con exclamaciones de “Ole, ole, ole, ole, Kina, Kina...”.

Moraleja: Las chicas guapas también pegan y duro. ¿No es cierto, Kina?