La Movida de Mabela

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A la promotora sonora:

Te conocí una noche en la que otro se acercó a pedir tu número de Nextel por mí. Aunque en el fondo sabía que jamás te llamaría sentí por un rato el poder de tenerte como contacto en mi celular. Digo, siempre ocurre algo de eso cuando conoces gente famosa. Por sólo segundos me creí tu amigo íntimo, tu compañero de boleros y quien te pasaba música nueva. Nada real. De aquella noche en el Jazz Zone sólo queda un viejo buen recuerdo. Sin embargo, de la noche del último viernes conservo un recuerdo mucho más reciente, y presiento que durará por mucho tiempo.

Fila 1, asiento 38: Luego de aplaudir a William Luna, te paras y subes al escenario: “…con ustedes, nuestro ídolo, Jorge Drexler”. Aplausos y más aplausos. Lo que todos vimos después, en el concierto, no se puede contar con palabras simples. Mientras tanto, la noche se hacía cada vez más fría y mágica, simple, pero reveladora a la vez. Al final, casi al final de todo, el público se paró a pedir “otra, otra…”, como de costumbre. Mientras eso, tú orgullosa de tu gran hazaña te emocionabas tras bambalinas. Luego de sendos segundos de aplausos, salió primero Él, luego hizo una breve introducción y llamó al escenario a Magaly Solier. Más aplausos. Cuando el silencio reinó, la voz de Magaly invadió el lugar a capella: “Ojos azules no llores//No llores ni te enamores//Lloraras cuando me vaya//Cuando remedio no haya”. Luego entró Drexler y juntos cantaron: “Tu me juraste quererme//Quererme toda la vida//No han pasado dos, tres días//Tu te alejas y me dejas//En una copa de vino//Quisiera tomar veneno//Veneno para matarme//Veneno para olvidarte”. Fin. Luego las gracias de un Drexler conmocionado por segunda vez. Y todos de salida.

Después del show, ¿cómo te habrás sentido, Mabela? Quizás como quien tuvo un bebé esperado por mucho tiempo. Esta vez, como en otras, la hiciste con el espectáculo. William Luna empezó a hilar una bonita noche con charangos y voz andina, y Magaly Solier le puso el broche a la chompa que Jorge Drexler tejió. Qué lindo te quedó el roponcito de la criatura llamada 'Sonidos del Mundo'.

Ahora no sólo quiero tener tu número de teléfono, también quiero ser amigo de tu música.

1 comentarios:

Fiorella vereau dijo...

señor manda cartas, em encnata ver como escribe y describe el amor y admiacion qeu el tiene a dicha señora ... dejame reafirmarle a usted mi admiracion de su persona desde las mas bajas pasiones hasta las mas puras y solo para decirle que termianria cantondole a usted " ... mira que bonitos tiene lo ojito smi chinito " ....